El próximo 1 de junio de 2025, México vivirá un momento histórico con las elecciones al Poder Judicial. Por primera vez, los ciudadanos podrán elegir directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como otros cargos judiciales. Este proceso busca democratizar el sistema judicial, el cual, hasta ahora, dependía de propuestas presidenciales y decisiones del Senado.
En total, se elegirán 881 cargos judiciales, entre ellos ministros de la SCJN, magistrados de circuito y jueces de distrito. Las campañas comenzaron el 30 de marzo y finalizarán el 28 de mayo, días antes de la jornada electoral.
Recientemente, en ALIUS publicamos una encuesta sobre los posibles cuatro ministros electos de la SCJN. Los resultados muestran a los candidatos más mencionados: César Gutiérrez Priego (5%), Federico Anaya Gallardo (4.8%), Eduardo Santillán Pérez (3.3%) Ángel Mario García (2.6%) Edgar Corzo Sosa 2.1% Raymundo Espinoza 2% y Giovanni Figueroa 1.9%. Estos datos reflejan espontaneidad y la complejidad de la elección, ya que muchos ciudadanos aún no tienen un conocimiento pleno de los diferentes candidatos. Además, los resultados indican que será una contienda cerrada, dada la diversidad de opciones en la boleta electoral.

A pesar de la dificultad del proceso, la encuesta revela un aspecto alentador: el 82.6% de la población está informada sobre las elecciones judiciales del 1 de junio de 2025, mientras que solo el 17.4% aún desconoce el proceso. Además, otro dato relevante es la intención del electorado de acudir a votar, con un 75% de los encuestados manifestando su disposición de participar en la jornada electoral.

Nuestra encuesta fue dirigida habitantes de los 5 estados mas poblados de México, mayores de 18 años, con un margen de error de +/- 3.9%, con un nivel de confianza del 95% y un tamaño de muestra de 5,000 encuestados vía telefónica.
La legitimidad de este proceso dependerá de la participación ciudadana. Es crucial que los votantes acudan a las urnas para fortalecer la democracia y consolidar este nuevo mecanismo de elección dentro del Poder Judicial. Si la afluencia es significativa, México podría marcar un precedente en la evolución de su sistema judicial, garantizando una mayor representatividad en la toma de decisiones. Estas elecciones no solo darán voz a los ciudadanos, sino que marcarán el inicio de una justicia verdaderamente representativa.